Nuestra misión es la formación integral de la persona humana, entendida como la capacidad de armonizar fe, vida y cultura mediante la educación al estilo de Champagnat.
El instituto Valladolid, en el 2021, será reconocida por:
Su participación en la difusión del conocimiento y la cultura.
La formación de alumnos en la excelencia académica.
Ser una comunidad sólida y trascendente.
Su liderazgo en acciones a favor del ser humano.
VISIÓN
El Instituto Valladolid está comprometido a realizar su labor de identidad educativa a través de la comunidad educativa, es decir, Padres de Familia, Maestros y el mismo alumno, a propiciar el desarrollo armónico e integral de las facultades y posibilidades de cada persona, mediante una relación sana y significativa consigo mismo, con los demás, con la naturaleza y con Dios.
La sencillez debe ser una actitud evangélica que les infunda ánimo para trabajar sin buscar recompensa y para el bien sin llamar la atención.
Acoge lo valioso de todos los métodos y los emplea sin alarde ni ostentación.
Atiende a todos por igual, con sencillez, no teniendo privilegiados y siempre se pone a nivel de los más necesitados.
Tiene trato afable y espontáneo con todo mundo.
Su actitud es dialogante y comunicadora.
Tiene una alegría natural: hecha de equilibrio, ecuanimidad y dominio.
Cercano y abierto, es verdadero amigo de los alumnos.
El educador Marista debe ser un hombre práctico, con gran amor al trabajo.
La educación práctica es la que dota a los alumnos de medios que les ayuden a resolver sus problemas, en las diversas situaciones de la vida.
Abierta y sin fronteras a todo tipo de alumno.
Adaptada al lugar y al ambiente que le rodea.
Adaptada a los signos de los tiempos.
Abierta al cambio constante que se produce en la educación.
La educación se renovara sin cesar y creará una perspectiva de trascendencia.
Marcelino Champagnat
HISTORIA
Marcelino nació el 20 de mayo de 1789 en el pueblo francés de Marlhes, una localidad donde predominaba el analfabetismo. Su madre y su tía sirvieron de modelos y guías para la afirmación de sus primeros pasos como creyente, su crecimiento en la fe y la oración, y el despertar de su devoción mariana. La formación intelectual del joven Marcelino resultó bastante laboriosa por la falta de maestros competentes. Se sabe que se negó a volver a su escuela después de ver como su maestro trataba brutalmente a un alumno; por lo que se dedicó a trabajar en la granja de sus padres. En 1805, casi analfabeto, respondió generosamente a la llamada de Dios que le invitaba a ser sacerdote. Transcurridos algunos años en el seminario menor de Verrières (1805-1813), ingresó en el seminario mayor de Lyon, donde recibiría formación teológica y espiritual.
FUNDACIÓN
A finales de octubre de 1816, le llamaron para que acudiera a la casa de un joven de 17 años llamado Jean Baptiste Montagne que se moría sin apenas haber oído hablar de Dios. En los ojos de aquél muchacho percibió el clamor de millares de jóvenes que, como él, eran víctima de una trágica pobreza humana y espiritual. Este hecho le movió a entrar en acción y el 2 de enero de 1817 reunió a sus dos primeros discípulos para formar los Hermanos de María, una rama de hermanos incluida en la Sociedad de María, dedicados a la enseñanza en favor de aquellos niños pobres que se veían privados de educación cristiana. Los primeros hermanos eran jóvenes campesinos, la mayoría entre 15 y 18 años de edad, más habituados a las duras tareas del campo que a la meditación, la reflexión intelectual y el trabajo con niños y jóvenes.
ÚLTIMOS DÍAS
En el transcurso de los años 1824 y 1825, aquella pequeña comunidad había aumentado y nuestro santo tuvo que construir una casa de formación amplia, en un valle próximo a la ciudad de Saint Chamond. le puso el nombre de Nuestra Señora del Hermitage. Con el tiempo llegaría a ser el centro de una red de escuelas primarias cada vez más numerosas y mejor organizadas. La opción que tomaron Marcelino y los hermanos fue la de reducir todo lo posible la aportación económica de los alumnos, y, consecuentemente, llevar una vida más austera.
RED DE COLEGIOS MARISTAS
La Red de colegios Maristas, es un tejido de obras de la Misión Compartida de hermanos y laicos que operan en diferentes Provincias del Instituto Marista. Cada uno es un nodo de la red, con impulsos multidireccionales en su comunicación inter-institucional, y unidireccionales en relación con un nodo coordinador de tareas y funciones específicas acordadas colectivamente.